El lunes 10/4 comenzamos las clases.
Dejamos asentado como principio de la asignatura El DEBATE, por lo que la participación y el juicio crítico será el pilar del desarrollo de la materia y por ende la base de la calificación.
Elevé un pedido de turno para el teatro Círculo y la nota a la escuela.
Mañana martes 11 crearemos un facebook ( 5to 4ta 2014 LYCG ) y trabajaremos el concepto de cultura, cultura global y arrancaremos con Grecia antigua : mitos, leyendas y La Ilíada
Martes 18 de marzo
PERMISO DE SALIDA AL TEATRO EL CÍRCULO
Rosario 18 de marzo de 2014
Por la presente…………………………………………………………………………… DNI………………
(Apellido y nombre del padre o tutor)
domiciliado en…………………………………………………………………………de la localidad de
…………………………………………………………. autorizo a mi hijo: ………………………………………………………
…………………………………………………. Alumno de la escuela normal 36 de 5to año 4ta división del a concurrir a una visita guiada al teatro El Círculo ubicado en calle Mendoza y Laprida de la ciudad de Rosario el día 7 de abril mes acompañados por personal de la escuela.
Ingresarán al establecimiento en el horario habitual de clase y volverán a la escuela al terminar la visita.
FIRMA Y ACLARACIÓN
JUICIO DE PARIS
Eris o Eride, la diosa de la Discordia, molesta por no haber sido invitada a las bodas de Peleo, a la que habían sido convidados todos los dioses, urdió un modo de vengarse sembrando la discordia entre los invitados: se presentó en el sitio donde estaba teniendo lugar el banquete, y arrojó sobre la mesa una manzana de oro, que habría de ser para la más hermosa de las damas presentes. Tres diosas (Atenea, Afrodita y Hera) se disputaron la manzana produciéndose una gran confusión y disputa, que hubo de intervenir el padre de todos los dioses, Zeus (Júpiter en la mitología romana). Zeus decidió encomendar la elección a un joven mortal llamado Paris, que era hijo del rey de Troya. El dios mensajero, Hermes (Mercurio), fue enviado a buscarlo con el encargo del Juicio que se le pedía; localizó al príncipe-pastor y le mostró la manzana de la que tendría que hacer entrega a la diosa que considerara más hermosa. Precisamente por eso lo había elegido Zeus; por haber vivido alejado y separado del mundo y de las pasiones humanas. Así, se esperaba de él que su juicio fuera absolutamente imparcial.
Cada una de las diosas pretendió convencer al improvisado juez, intentando incluso sobornarlo. La diosa Hera, esposa de Zeus, le ofreció todo el poder que pudiera desear, o, también, el título de Emperador de Asia; Atenea, diosa de la inteligencia, además de serlo de la guerra, le ofreció la sabiduría o, según otras versiones, la posibilidad de vencer todas las batallas a las que se presentase; Afrodita, le ofreció el amor de la más bella mujer del mundo. Se distinguen varias versiones sobre la desnudez o no de las diosas: una primera que indica que todas se desnudaron para mostrar así su belleza al mortal; una segunda que indica que únicamente lo realizó Afrodita para demostrar así su belleza y por ello ganó; y una última que niega esta posibilidad del desnudo de las diosas.
Paris se decidió finalmente por Afrodita, y su decisión hubo de traer graves consecuencias para su pueblo, ya que la hermosa mujer por la que Afrodita hizo crecer el amor en el pecho de Paris, era Helena, la esposa del rey de Esparta, Menelao; en ocasión del paso de Paris por las tierras de este rey, y después de haber estado una noche en su palacio, Paris raptó a la bella Helena y se la llevó a Troya.
Esto enfureció a Menelao y éste convocó a los reyes aqueos como Agamenón, su hermano, que fue nombrado comandante en jefe; Odiseo, que, inspirado por Atenea, fue el que ideó el caballo de madera con el que la expedición aquea pudo por fin tomar Troya y Aquiles, entre muchos otros, para ir a recuperar a Helena o, si fuese necesario, pelear por ella en Troya, hecho que glosa Homero en la Ilíada.
MITO DE EDIPO
Inmortalizada por Sófocles y popularizada por Freud a través del Psiconálisis, la historia de Edipo es la más famosa de las tragedias griegas.
Edipo, hijo del rey Layo de Tebas y Yocasta, había sido abandonado poco después de haber predicho el oráculo que mataría a su padre y se desposaría con su madre. Abandonado para que muriera, fue encontrado y llevado ante el rey Pólibo de Corintio, que no tenía hijos. Edipo creció así sin conocer cuál era su origen, ni la profecía que signaba su destino.
Al salir de Delfos Edipo se encuentró con el rey Layo y le da muerte sin saber que éste era su padre. Layo estaba en camino hacia el Oráculo para consultarle como librar a Tebas de la Esfinge, un monstruo que asesinaba a sus súbditos cuando no podía resolver los acertijos que les proponía.
Luego de asesinar a Layo, Edipo marcho en dirección a Tebas y libró a la ciudad de la Esfinge:
"Adivina este acertijo," le dijo la Esfinge a Edipo, "o encontrarás tu muerte: ¿Cuál es la criatura que en la mañana camina en cuatro patas, al medio día en dos y en la nocheen tres?"Edipo miró a la Esfinge y le respondió: "El hombre. En su infancia gatea con sus manos y rodillas, que es como tener cuatro pies. Cuando es un adulto camina en dos pies. Y en el anochecer de su vida, cuando es un anciano, usa un bastón, lo que equi-vale a caminar en tres pies."
Y así fue como Edipo resolvió el arcertijo y logró enfurecer tanto a la Esfinge que ésta se se arrojó al océano y se ahogó.
Entonces, Edipo sería proclamado Rey y contraería matrimonio con Yocasta, sin saber que ésta era su madre.
Tiempo después, se desata una plaga y el Oráculo culpa al asesino del Rey Layo, entonces Edipo se da cuenta que fue él quien le dio muerte.
Finalmente, Edipo descubre las circunstancias de su nacimiento. Yocasta, horrorizada, se suicida y Editpo, se saca los ojos.
Ícaro se conoce a veces como el inventor del trabajo en madera. Es hijo de Dédalo, genio de la antigüedad que le mostró a Ariadna cómo Teseo podía encontrar el camino en el laberinto de Minos, donde se encontraba el Minotauro (monstruo con cuerpo de toro y cabeza de hombre).
Con esta ayuda, Teseo fue capaz de matar al Minotauro, por lo que el rey Minos y padre del monstruo, muy molesto encerró a Dédalo con su hijo en el laberinto.
Con la intensión de huir, Dédalo fabricó unas alas para él y su hijo. Las adhirió con cera a los hombros de Ícaro y luego en los suyos e iniciaron el vuelo que los llevaría a la libertad. El padre había advertido a su joven e imprudente hijo que no volara demasiado alto ni demasiado bajo.
No obstante las advertencias de su padre, Ícaro fascinado por lo maravilloso del vuelo se elevó por lo aires desobediendo a Dédalo quien no pudo impedirlo. Además, Ícaro se sintió dueño del mundo y quiso ir más alto todavía. Se acercó demasiado al sol, y el calor que había derritió la cera que sostenía sus alas, por lo que las perdió. El desdichado y temerario joven acabó precipitándose en el mar, donde murió. Por eso, desde entonces ese mar se conoció como El Mar de Icaria.
En otras versiones donde se elimina el elemento fantástico, se nos cuenta como Dédalo había matado a su sobrino Talo, por lo que había tenido que huir de Atenas. Ícaro, igualmente desterrado había ido en busca de su padre, pero naufragó en las aguas de Samos, por lo que el mar recibió un nombre derivado del suyo, igual que en la leyendaoriginal.
También se dice que Ícaro y su padre habían huido de Creta en dos barcos de vela inventados por Dédalo, pero el joven no supo dominar las velas y naufragó o más bien que cuando llegó a la isla de Icaria, se lanzó torpemente hacia tierra y se ahogó.
La leyenda era fuerte e incluso por mucho tiempo se mostraba una supuesta tumba de Ícaro en un cabo del mar Egeo, al igual que se decía que en las islas de Ámbar había dos columnas que Dédalo había levantado una en honor a su hijo y otra en nombre de él mismo. Asimismo, se decía que Dédalo había representado en una escultura el triste destino de su hijo en las puertas el templo de Cumas, dedicado a Apolo.
MITO DE ORFEO
Orfeo, Hijo de Apolo(hijo de Zeus ) y Calíope ( musa de la poesía épica y elocuencia), era un , poeta y teólogo. El dulce de su voz embelesaba por igual a dioses y hombres, la naturaleza sucumbía y a las fieras amansaba. Muchas soñaban con yacer junto a él y lo deseaban por esposo. Pero solo una hermosa ninfa llamada Eurídice (ninfa de los valles de tracia) consiguió llamar su atención, ambos se enamoraron y terminaron por casándose. Era un amor único y mágico.
Pero un día provocó un vuelco en esta relación… Eurídice estaba caminando por los campos y se sumerge en las aguas de un lago, frente a esta visión un pastor llamado Aristeo se vuelve loco y se lanza violentamente sobre Eurídice, ella frente a esta situación teme por su seguridad y corre no dándose cuenta en la oscuridad de la noche que pisa a una serpiente, esta la ataca inyectándole un letal veneno en su pie.
Los Driades dan cuenta de esto y se aparecen en el bosque en búsqueda de Orfeo. Los gritos de Eurídice eran desgarradores por la visión del inframundo, el veneno se extiende rápidamente por su cuerpo y esta cae muerta. Orfeo llega cuando ya es demasiado tarde, trata de hablarle, de darle calor con sus labios pero todo es inservible Eurídice ya está muerta, Orfeo se arroja al lado de ella llorando por la muerte de su amada.
Aconsejado decide emprender un viaje para recuperar a su amada desciende a los infiernos, al comienzo habla con Caronte para que este lo lleve en su barca , durante el viaje logra cruzar los peligros gracias a su música.
Logra llegar donde Perséfone y Hades, estos conmovidos por su caso le dan otra oportunidad de vivir a Eurídice con la única condición de que Orfeo no podrá dar vuelta la cara para poder verla hasta que puedan estar en la superficie, Orfeo acepta y encomienda su viaje de vuelta.
El camino no es fácil, la herida de Eurídice no deja que ella camine bien, Orfeo canta mientras vuelven porque sabe que ella le gusta eso.
Loco de amor incumple el trato y mira hacia atrás. Eurídice comienza a desvanecerse, convirtiéndose en una sombra translúcida. Ella le tiende sus brazos, con lágrimas en los ojos, él se lanza sobre su figura para detenerla en un desesperado abrazo de amor, pero se esfuma y envuelve entre sus brazos a la más triste nada.
Orfeo le ruega a Caronte acceder de nuevo pero este se niega, desolado y medio muerto se despide de ella. Luego Orfeo se sumerge en un mar de tristeza y sombras infinitas, solo para esperar su muerte para volver a estar con su amada.
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CANTO I*
Peste Cólera
RESUMEN DE, 1ER CANTO
* Después de una corta invocación a la divinidad para que cante "la perniciosa
ira de Aquiles", nos refiere el poeta que Crises, sacerdote de Apolo, va al
campamento aqueo para rescatar a su hija, que había sido hecha cautiva y
adjudicada como esclava a Agamenón; éste desprecia al sacerdote, se niega a
darle la hija y lo despide con amenazadoras palabras; Apolo, indignado, suscita
una terrible peste en el campamento; Aquiles reúne a los guerreros en el ágora
por inspiración de la diosa Hera, y, habiendo dicho al adivino Calcante que
hablara sin miedo, aunque tuviera que referirse a Agamenón, se sabe por fin que
el comportamiento de Agamenón con el sacerdote Crises ha sido la causa del enojo
del dios. Esta declaración irrita al rey, que pide que, si ha de devolver la
esclava, se le prepare otra recompensa; y Aquiles le responde que ya se la darán
cuando tomen Troya. Así, de un modo tan natural, se origina la discordia entre
el caudillo supremo del ejército y el héroe más valiente. La riña llega a tal
punto que Aquiles desenvaina la espada y habría matado a Agamenón si no se lo
hubiese impedido la diosa Atenea; entonces Aquiles insulta a Agamenón, éste se
irrita y amenaza a Aquiles con quitarle la esclava Briseida, a pesar de la
prudente amonestación que le dirige Néstor; se disuelve el ágora y Agamenón
envía a dos heraldos a la tienda de Aquiles que se llevan a Briseide; Ulises y
otros griegos se embarcan con Criseida y la devuelven a su padre; y, mientras
tanto, Aquiles pide a su madre Tetis que suba al Olimpo a impetre de Zeus que
conceda la victoria a los troyanos para que Agamenón comprenda la falta que ha
cometido; Tetis cumple el deseo de su hijo, Zeus accede, y este hecho produce
una violenta disputa entre Zeus y Hera, a quienes apacigua su hijo Hefesto; la
concordia vuelve a reinar en el Olimpo y los dioses celebran un festín
espléndido hasta la puesta del sol, en que se recogen en sus palacios.
1ER CANTO
1 Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó
infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de
héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves cumplíase la voluntad de
Zeus desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino
Aquiles.
8 ¿Cuál de los dioses promovió entre ellos la contienda para que pelearan? El
hijo de Leto y de Zeus. Airado con el rey, suscitó en el ejército maligna peste,
y los hombres perecían por el ultraje que el Atrida infiriera al sacerdote
Crises. Éste, deseando redimir a su hija, se había presentado en las veleras
naves aqueas con un inmenso rescate y las ínfulas de Apolo, el que hiere de
lejos, que pendían de áureo cetro, en la mano; y a todos los aqueos, y
particularmente a los dos Atridas, caudillos de pueblos, así les suplicaba:
17 ¡Atridas y demás aqueos de hermosas grebas! Los dioses, que poseen olímpicos
palacios, os permitan destruir la ciudad de Príamo y regresar felizmente a la
patria! Poned en libertad a mi hija y recibid el rescate, venerando al hijo de
Zeus, a Apolo, el que hiere de lejos.
22 Todos los aqueos aprobaron a voces que se respetara al sacerdote y se
admitiera el espléndido rescate; mas el Atrida Agamenón, a quien no plugo el
acuerdo, le despidió de mal modo y con altaneras voces:
26 No dé yo contigo, anciano, cerca de las cóncavas naves, ya porque ahora
demores tu partida, ya porque vuelvas luego, pues quizás no te valgan el cetro y
las ínfulas del dios. A aquélla no la soltaré; antes le sobrevendrá la vejez en
mi casa, en Argos, lejos de su patria, trabajando en el telar y aderezando mi
lecho. Pero vete; no me irrites, para que puedas irte más sano y salvo.
33 Así dijo. El anciano sintió temor y obedeció el mandato. Fuese en silencio
por la orilla del estruendoso mar; y, mientras se alejaba, dirigía muchos ruegos
al soberano Apolo, a quien parió Leto, la de hermosa cabellera:
37 ¡Óyeme, tú que llevas arco de plata, proteges a Crisa y a la divina Cila, a
imperas en Ténedos poderosamente! ¡Oh Esminteo! Si alguna vez adorné tu gracioso
templo o quemé en tu honor pingües muslos de toros o de cabras, cúmpleme este
voto: ¡Paguen los dánaos mis lágrimas con tus flechas!
43 Así dijo rogando. Oyóle Febo Apolo e, irritado en su corazón, descendió de
las cumbres del Olimpo con el arco y el cerrado carcaj en los hombros; las
saetas resonaron sobre la espalda del enojado dios, cuando comenzó a moverse.
Iba parecido a la noche. Sentóse lejos de las naves, tiró una flecha y el arco
de plata dio un terrible chasquido. Al principio el dios disparaba contra los
mulos y los ágiles perros; mas luego dirigió sus amargas saetas a los hombres, y
continuamente ardían muchas piras de cadáveres.
53 Durante nueve días volaron por el ejército las flechas del dios. En el
décimo, Aquiles convocó al pueblo al ágora: se lo puso en el corazón Hera, la
diosa de los níveos brazos, que se interesaba por los dánaos, a quienes veía
morir. Acudieron éstos y, una vez reunidos, Aquiles, el de los pies ligeros, se
levantó y dijo:
59 ¡Atrida! Creo que tendremos que volver atrás, yendo otra vez errantes, si
escapamos de la muerte; pues, si no, la guerra y la peste unidas acabarán con
los aqueos. Mas, ea, consultemos a un adivino, sacerdote o intérprete de sueños
pues también el sueño procede de Zeus , para que nos diga por qué se irritó
tanto Febo Apolo: si está quejoso con motivo de algún voto o hecatombe, y si
quemando en su obsequio grasa de corderos y de cabras escogidas, querrá libramos
de la peste.
68 Cuando así hubo hablado, se sentó. Levantóse entre ellos Calcante Testórida,
el mejor de los augures conocía lo presente, lo futuro y lo pasado, y había
guiado las naves aqueas hasta Ilio por medio del arte adivinatoria que le diera
Febo Apolo , y benévolo los arengó diciendo:
74 ¡Oh Aquiles, caro a Zeus! Mándasme explicar la cólera de Apolo, del dios que
hiere de lejos. Pues bien, hablaré; pero antes declara y jura que estás pronto a
defenderme de palabra y de obra, pues temo irritar a un varón que goza de gran
poder entre los argivos todos y es obedecido por los aqueos. Un rey es más
poderoso que el inferior contra quien se enoja; y, si bien en el mismo día
refrena su ira, guarda luego rencor hasta que logra ejecutarlo en el pecho de
aquél. Dime, pues, si me salvarás.
84 Y contestándole, Aquiles, el de los pies ligeros, le dijo:
85 Manifiesta, deponiendo todo temor, el vaticinio que sabes; pues ¡por Apolo,
caro a Zeus; a quien tú, Calcante, invocas siempre que revelas oráculos a los
dánaos!, ninguno de ellos pondrá en ti sus pesadas manos, cerca de las cóncavas
naves, mientras yo viva y vea la luz acá en la tierra, aunque hablares de
Agamenón, que al presente se jacta de ser en mucho el más poderoso de todos los
aqueos.
92 Entonces cobró ánimo y dijo el eximio vate:
93 No está el dios quejoso con motivo de algún voto o hecatombe, sino a causa
del ultraje que Agamenón ha inferido al sacerdote, a quien no devolvió la hija
ni admitió el rescate. Por esto el que hiere de lejos nos causó males y todavía
nos causará otros. Y no librará a los dánaos de la odiosa peste, hasta que sea
restituida a su padre, sin premio ni rescate, la joven de ojos vivos, y llevemos
a Crisa una sagrada hecatombe. Cuando así le hayamos aplacado, renacerá nuestra
esperanza.
101 Dichas estas palabras, se sentó. Levantóse al punto el poderoso héroe
Agamenón Atrida, afligido, con las negras entrañas llenas de cólera y los ojos
parecidos al relumbrante fuego; y, encarando a Calcante la torva vista, exclamó:
106 ¡Adivino de males! jamás me has anunciado nada grato. Siempre te complaces
en profetizar desgracias y nunca dijiste ni ejecutaste nada bueno. Y ahora,
vaticinando ante los dánaos, afirmas que el que hiere de lejos les envía
calamidades, porque no quise admitir el espléndido rescate de la joven Criseide,
a quien anhelaba tener en mi casa. La prefiero, ciertamente, a Clitemnestra, mi
legítima esposa, porque no le es inferior ni en el talle, ni en el natural, ni
en inteligencia, ni en destreza. Pero, aun así y todo, consiento en devolverla,
si esto es lo mejor; quiero que el pueblo se salve, no que perezca. Pero
preparadme pronto otra recompensa, para que no sea yo el único argivo que sin
ella se quede; lo cual no parecería decoroso. Ved todos que se va a otra parte
la que me había correspondido.
121 Replicóle en seguida el celerípede divino Aquiles:
122 ¡Atrida gloriosísimo, el más codicioso de todos! ¿Cómo pueden darte otra
recompensa los magnánimos aqueos? No sabemos que existan en parte alguna cosas
de la comunidad, pues las del saqueo de las ciudades están repartidas, y no es
conveniente obligar a los hombres a que nuevamente las junten. Entrega ahora esa
joven al dios, y los aqueos te pagaremos el triple o el cuádruple, si Zeus nos
permite algún día tomar la bien murada ciudad de Troya.
130 Y, contestándole, el rey Agamenón le dijo:
131 Aunque seas valiente, deiforme Aquiles, no ocultes así tu pensamiento, pues
no podrás burlarme ni persuadirme. ¿Acaso quieres, para conservar tu recompensa,
que me quede sin la mía, y por esto me aconsejas que la devuelva? Pues, si los
magnánimos aqueos me dan otra conforme a mi deseo para que sea equivalente... Y
si no me la dieren, yo mismo me apoderaré de la tuya o de la de Ayante, o me
llevaré la de Ulises, y montará en cólera aquél a quien me llegue. Mas sobre
esto deliberaremos otro día. Ahora, ea, echemos una negra nave al mar divino,
reunamos los convenientes remeros, embarquemos víctimas para una hecatombe y a
la misma Criseide, la de hermosas mejillas, y sea capitán cualquiera de los
jefes: Ayante, Idomeneo, el divino Ulises o tú, Pelida, el más portentoso de
todos los hombres, para que nos aplaques con sacrificios al que hiere de lejos.
148 Mirándolo con torva faz, exclamó Aquiles, el de los pies ligeros:
149 ¡Ah, impudente y codicioso! ¿Cómo puede estar dispuesto a obedecer tus
órdenes ni un aqueo siquiera, para emprender la marcha o para combatir
valerosamente con otros hombres? No he venido a pelear obligado por los
belicosos troyanos, pues en nada se me hicieron culpables no se llevaron nunca
mis vacas ni mis caballos, ni destruyeron jamás la cosecha en la fértil Ftía,
criadora de hombres, porque muchas umbrías montañas y el ruidoso mar nos separan
, sino que te seguimos a ti, grandísimo insolente, para darte el gusto de
vengaros de los troyanos a Menelao y a ti, ojos de perro. No fijás en esto la
atención, ni por ello te tomas ningún cuidado, y aun me amenazas con quitarme la
recompensa que por mis grandes fatigas me dieron los aqueos. Jamás el botín que
obtengo iguala al tuyo cuando éstos entran a saco una populosa ciudad de los
troyanos: aunque la parte más pesada de la impetuosa guerra la sostienen mis
manos, tu recompensa, al hacerse el reparto, es mucho mayor; y yo vuelvo a mis
naves, teniéndola pequeña, aunque grata, después de haberme cansado en el
combate. Ahora me iré a Ftía, pues lo mejor es regresar a la patria en las
cóncavas naves: no pienso permanecer aquí sin honra para procurarte ganancia y
riqueza.
172 Contestó en seguida el rey de hombres, Agamenón:
173 Huye, pues, si tu ánimo a ello te incita; no te ruego que por mí te quedes;
otros hay a mi lado que me honrarán, y especialmente el próvido Zeus. Me eres
más odioso que ningún otro de los reyes, alumnos de Zeus, porque siempre te han
gustado las riñas, luchas y peleas. Si es grande tu fuerza, un dios te la dio.
Vete a la patria, llevándote las naves y los compañeros, y reina sobre los
mirmidones, no me importa que estés irritado, ni por ello me preocupo, pero te
haré una amenaza: Puesto que Febo Apolo me quita a Criseide, la mandaré en mi
nave con mis amigos; y encaminándome yo mismo a tu tienda, me llevaré a
Briseide, la de hermosas mejillas, tu recompensa, para que sepas bien cuánto más
poderoso soy y otro tema decir que es mi igual y compararse conmigo.
188 Así dijo. Acongojóse el Pelida, y dentro del velludo pecho su corazón
discurrió dos cosas: o, desnudando la aguda espada que llevaba junto al muslo,
abrirse paso y matar al Atrida, o calmar su cólera y reprimir su furor. Mientras
tales pensamientos revolvía en su mente y en su corazón y sacaba de la vaina la
gran espada, vino Atenea del cielo: envióla Hera, la diosa de los níveos brazos,
que amaba cordialmente a entrambos y por ellos se interesaba. Púsose detrás del
Pelida y le tiró de la blonda cabellera, apareciéndose a él tan sólo; de los
demás, ninguno la veía. Aquiles, sorprendido, volvióse y al instante conoció a
Palas Atenea, cuyos ojos centelleaban de un modo terrible. Y hablando con ella,
pronunció estas aladas palabras:
202 ¿Por qué nuevamente, oh hija de Zeus, que lleva la égida, has venido? ¿Acaso
para presenciar el ultraje que me infiere Agamenón Atrida? Pues te diré lo que
me figuro que va a ocurrir: Por su insolencia perderá pronto la vida.
206 Díjole a su vez Atenea, la diosa de ojos de lechuza:
207 Vengo del cielo para apaciguar tu cólera, si obedecieres; y me envía Hera,
la diosa de los níveos brazos, que os ama cordialmente a entrambos y por
vosotros se interesa. Ea, cesa de disputar, no desenvaines la espada a injúrialo
de palabra como te parezca. Lo que voy a decir se cumplirá: Por este ultraje se
te ofrecerán un día triples y espléndidos presentes. Domínate y obedécenos.
213 Y, contestándole, Aquiles, el de los pies ligeros, le dijo:
216 Preciso es, oh diosa, hacer lo que mandáis, aunque el corazón esté muy
irritado. Proceder así es lo mejor. Quien a los dioses obedece es por ellos muy
atendido.
219 Dijo; y puesta la robusta mano en el argénteo puño, envainó la enorme espada
y no desobedeció la orden de Atenea. La diosa regresó al Olimpo, al palacio en
que mora Zeus, que lleva la égida, entre las demás deidades.
223 El Pelida, no amainando en su cólera, denostó nuevamente al Atrida con
injuriosas voces:
225 ¡Ebrioso, que tienes ojos de perro y corazón de ciervo! Jamás te atreviste a
tomar las armas con la gente del pueblo para combatir, ni a ponerte en emboscada
con los más valientes aqueos: ambas cosas te parecen la muerte. Es, sin duda,
mucho mejor arrebatar los dones, en el vasto campamento de los aqueos, a quien
te contradiga. Rey devorador de tu pueblo, porque mandas a hombres abyectos...;
en otro caso, Atrida, éste fuera tu último ultraje. Otra cosa voy a decirte y
sobre ella prestaré un gran juramento: Sí, por este cetro que ya no producirá
hojas ni ramos, pues dejó el tronco en la montaña; ni reverdecerá, porque el
bronce lo despojó de las hojas y de la corteza, y ahora lo empuñan los aqueos
que administran justicia y guardan las leyes de Zeus (grande será para ti este
juramento): algún día los aqueos todos echarán de menos a Aquiles, y tú, aunque
te aflijas, no podrás socorrerlos cuando muchos sucumban y perezcan a manos de
Héctor, matador de hombres. Entonces desgarrarás tu corazón, pesaroso por no
haber honrado al mejor de los aqueos.
245 Así dijo el Pelida; y, tirando a tierra el cetro tachonado con clavos de
oro, tomó asiento. El Atrida, en el opuesto lado, iba enfureciéndose. Pero
levantóse Néstor, suave en el hablar, elocuente orador de los pilios, de cuya
boca las palabras fluían más dulces que la miel había visto perecer dos
generaciones de hombres de voz articulada que nacieron y se criaron con él en la
divina Pilos y reinaba sobre la tercera , y benévolo los arengó diciendo:
254 ¡Oh dioses! ¡Qué motivo de pesar tan grande le ha llegado a la tierra aquea!
Alegrananse Príamo y sus hijos, y regocijaríanse los demás troyanos en su
corazón, si oyeran las palabras con que disputáis vosotros, los primeros de los
dánaos así en el consejo como en el combate. Pero dejaos convencer, ya que ambos
sois más jóvenes que yo. En otro tiempo traté con hombres aún más esforzados que
vosotros, y jamás me desdeñaron. No he visto todavía ni veré hombres como
Pirítoo, Driante, pastor de pueblos, Ceneo, Exadio, Polifemo, igual a un dios, y
Teseo Egeida, que parecía un inmortal. Criáronse éstos los más fuertes de los
hombres; muy fuertes eran y con otros muy fuertes combatieron: con los
montaraces centauros, a quienes exterminaron de un modo estupendo. Y yo estuve
en su compañía habiendo acudido desde Pilos, desde lejos, desde esa apartada
tierra, porque ellos mismos me llamaron y combatí según mis fuerzas. Con tales
hombres no pelearía ninguno de los mortales que hoy pueblan la tierra; no
obstante lo cual, seguían mis consejos y escuchaban mis palabras. Prestadme
también vosotros obediencia, que es lo mejor que podéis hacer. Ni tú, aunque
seas valiente, le quites la joven, sino déjasela, puesto que se la dieron en
recompensa los magnánimos aqueos; ni tú, Pelida, quieras altercar de igual a
igual con el rey, pues jamás obtuvo honra como la suya ningún otro soberano que
usara cetro y a quien Zeus diera gloria. Si tú eres más esforzado, es porque una
diosa te dio a luz; pero éste es más poderoso, porque reina sobre mayor número
de hombres. Atrida, apacigua tu cólera; yo te suplico que depongas la ira contra
Aquiles, que es para todos los aqueos un fuerte antemural en el pernicioso
combate.
285 Y, contestándole, el rey Agamenón le dijo:
286 Sí, anciano, oportuno es cuanto acabas de decir. Pero este hombre quiere
sobreponerse a todos los demás; a todos quiere dominar, a todos gobernar, a
todos dar órdenes que alguien, creo, se negará a obedecer. Si los sempiternos
dioses le hicieron belicoso, ¿le permiten por esto proferir injurias?
292 Interrumpiéndole, exclamó el divino Aquiles:
293 Cobarde y vil podría llamárseme si cediera en todo lo que dices; manda a
otros, no me des órdenes, pues yo no pienso ya obedecerte. Otra cosa te diré que
fijarás en la memoria: No he de combatir con estas manos por la joven ni
contigo, ni con otro alguno, pues al fin me quitáis lo que me disteis; pero, de
lo demás que tengo junto a mi negra y veloz embarcación, nada podrías llevarte
tomándolo contra mi voluntad. Y si no, ea, inténtalo, para que éstos se enteren
también; y presto tu negruzca sangre brotará en torno de mi lanza.
304 Después de altercar así con encontradas razones, se levantaron y disolvieron
el ágora que cerca de las naves aqueas se celebraba. Fuese el Pelida hacia sus
tiendas y sus bien proporcionados bajeles con el Menecíada y otros amigos; y el
Atrida echó al mar una velera nave, escogió veinte remeros, cargó las víctimas
de la hecatombe para el dios, y, conduciendo a Criseide, la de hermosas
mejillas, la embarcó también; fue capitán el ingenioso Ulises.
312 Así que se hubieron embarcado, empezaron a navegar por líquidos caminos. El
Atrida mandó que los hombres se purificaran, y ellos hicieron lustraciones,
echando al mar las impurezas, y sacrificaron junto a la orilla del estéril mar
hecatombes perfectas de toros y de cabras en honor de Apolo. El vapor de la
grasa llegaba al cielo, enroscándose alrededor del humo.
318 En tales cosas ocupábanse éstos en el ejército. Agamenón no olvidó la
amenaza que en la contienda había hecho a Aquiles, y dijo a Taltibio y
Euríbates, sus heraldos y diligentes servidores:
322 Id a la tienda del Pelida Aquiles, y asiendo de la mano a Briseide, la de
hermosas mejillas, traedla acá, y, si no os la diere, ire yo mismo a quitársela,
con más gente, y todavía le será más duro.
326 Hablándoles de tal suerte y con altaneras voces, los despidió. Contra su
voluntad fuéronse los heraldos por la orilla del estéril mar, llegaron a las
tiendas y naves de los mirmidones, y hallaron al rey cerca de su tienda y de su
negra nave. Aquiles, al verlos, no se alegró. Ellos se turbaron, y, habiendo
hecho una reverencia, paráronse sin decir ni preguntar nada. Pero el héroe lo
comprendió todo y dijo:
334 ¡Salud, heraldos, mensajeros de Zeus y de los hombres! Acercaos; pues para
mí no sois vosotros los culpables sino Agamenón, que os envía por la joven
Briseide. ¡Ea, Patroclo, del linaje de Zeus! Saca la joven y entrégasela para
que se la lleven. Sed ambos testigos ante los bienaventurados dioses, ante los
mortales hombres y ante ese rey cruel, si alguna vez tienen los demás necesidad
de mí para librarse de funestas calamidades porque él tiene el corazón poseído
de furor y no sabe pensar a la vez en lo futuro y en lo pasado, a fin de que los
aqueos se salven combatiendo junto a las naves.
345 Así dijo. Patroclo, obedeciendo a su amigo, sacó de la tienda a Briseide, la
de hermosas mejillas, y la entregó para que se la llevaran. Partieron los
heraldos hacia las naves aqueas, y la mujer iba con ellos de mala gana. Aquiles
rompió en llanto, alejóse de los compañeros, y, sentándose a orillas del
blanquecino mar con los ojos clavados en el ponto inmenso y las manos
extendidas, dirigió a su madre muchos ruegos:
352 ¡Madre! Ya que me pariste de corta vida, el olímpico Zeus altitonante debía
honrarme y no lo hace en modo alguno. El poderoso Agamenón Atrida me ha
ultrajado, pues tiene mi recompensa, que él mismo me arrebató.
357 Así dijo derramando lágrimas. Oyóle la veneranda madre desde el fondo del
mar, donde se hallaba junto al padre anciano, a inmediatamente emergió de las
blanquecinas ondas como niebla, sentóse delante de aquél, que derramaba
lágrimas, acariciólo con la mano y le habló de esta manera:
362 ¡Hijo! ¿Por qué lloras? ¿Qué pesar te ha llegado al alma? Habla; no me
ocultes lo que piensas, para que ambos lo sepamos.
364 Dando profundos suspiros, contestó Aquiles, el de los pies ligeros:
365 Lo sabes. ¿A qué referirte lo que ya conoces? Fuimos a Teba, la sagrada
ciudad de Eetión; la saqueamos, y el botín que trajimos se lo distribuyeron
equitativamente los aqueos, separando para el Atrida a Criseide, la de hermosas
mejillas. Luego Crises, sacerdote de Apolo, el que hiere de lejos, deseando
redimir a su hija, se presentó en las veleras naves aqueas con un inmenso
rescate y las ínfulas de Apolo, el que hiere de lejos, que pendían de áureo
cetro, en la mano; y suplicó a todos los aqueos, y particularmente a los dos
Atridas, caudillos de pueblos. Todos los aqueos aprobaron a voces que se
respetase al sacerdote y se admitiera el espléndido rescate; mas el Atrida
Agamenón, a quien no plugo el acuerdo, to despidió de mal modo y con altaneras
voces. El anciano se fue irritado; y Apolo, accediendo a sus ruegos, pues le era
muy querido, tiró a los argivos funesta saeta: morían los hombres unos en pos de
otros, y las flechas del dios volaban por todas partes en el vasto campamento de
los aqueos. Un adivino bien enterado nos explicó el vaticinio del que hiere de
lejos, y yo fui el primero en aconsejar que se aplacara al dios. El Atrida
encendióse en ira; y, levantándose, me dirigió una amenaza que ya se ha
cumplido. A aquélla los aqueos de ojos vivos la conducen a Crisa en velera nave
con presentes para el dios; y a la hija de Briseo, que los aqueos me dieron,
unos heraldos se la han llevado ahora mismo de mi tienda. Tú, si puedes, socorre
a tu buen hijo; ve al Olimpo y ruega a Zeus, si alguna vez llevaste consuelo a
su corazón con palabras o con obras. Muchas veces, hallándonos en el palacio de
mi padre, oí que te gloriabas de haber evitado, tú sola entre los inmortales,
una afrentosa desgracia al Cronida, el de las sombrías pubes, cuando quisieron
atarlo otros dioses olímpicos, Hera, Posidón y Palas Atenea. Tú, oh diosa,
acudiste y lo libraste de las ataduras, llamando en seguida al espacioso Olimpo
al centímano a quien los dioses nombran Briareo y todos los hombres Egeón, el
cual es superior en fuerza a su mismo padre, y se sentó entonces al lado de
Zeus, ufano de su gloria; temiéronlo los bienaventurados dioses y desistieron
del atamiento. Recuérdaselo, siéntate a su lado y abraza sus rodillas: quizás
decida favorecer a los troyanos y acorralar a los aqueos, que serán muertos
entre las popas, cerca del mar; para que todos disfruten de su rey y comprenda
el poderoso Agamenón Atrida la falta que ha cometido no honrando al mejor de los
aqueos.
413 Respondióle en seguida Tetis, derramando lágrimas:
414 ¡Ay, hijo mío! ¿Por qué te he criado, si en hora aciaga te di a luz? ¡Ojalá
estuvieras en las naves sin llanto ni pena, ya que tu vida ha de ser corta, de
no larga duración! Ahora eres juntamente de breve vida y el más infortunado de
todos. Con hado funesto te parí en el palacio. Yo misma iré al nevado Olimpo y
hablaré a Zeus, que se complace en lanzar rayos, por si se deja convencer. Tú
quédate en las naves de ligero andar, conserva la cólera contra los aqueos y
abstente por entero de combatir. Ayer se marchó Zeus al Océano, al país de los
probos etíopes, para asistir a un banquete, y todos los dioses lo siguieron. De
aquí a doce días volverá al Olimpo. Entonces acudiré a la morada de Zeus,
sustentada en bronce; le abrazaré las rodillas, y espero que lograré
persuadirlo.
428 Dichas estas palabras partió, dejando a Aquiles con el corazón irritado a
causa de la mujer de bella cintura que violentamente y contra su voluntad le
habían arrebatado.
430 En tanto, Ulises llegaba a Crisa con las víctimas para la sagrada hecatombe.
Cuando arribaron al profundo puerto, amainaron las velas, guardándolas en la
negra nave; abatieron rápidamente por medio de cuerdas el mástil hasta la
crujía, y llevaron la nave, a fuerza de remos, al fondeadero. Echaron anclas y
ataron las amarras, saltaron a la playa, desembarcaron las víctimas de la
hecatombe para Apolo, el que hiere de lejos, y Criseide salió de la nave
surcadora del ponto. El ingenioso Ulises llevó la doncella al altar y,
poniéndola en manos de su padre, dijo:
442 ¡Oh Crises! Envíame al rey de hombres, Agamenón, a traerte la hija y ofrecer
en favor de los dánaos una sagrada hecatombe a Febo, para que aplaquemos a este
dios que tan deplorables males ha causado a los argivos.
446 Habiendo hablado así, puso en sus manos la hija amada, que aquél recibió con
alegría. Acto continuo, ordenaron la sagrada hecatombe en torno del bien
construido altar, laváronse las manos y tomaron la mola. Y Crises oró en alta
voz y con las manos levantadas:
451 ¡Óyeme, tú que llevas arco de plata, proteges a Crisa y a la divina Cila a
imperas en Ténedos poderosamente! Me escuchaste cuando te supliqué, y, para
honrarme, oprimiste duramente al ejército aqueo; pues ahora cúmpleme este voto:
¡Aleja ya de los dánaos la abominable peste!
457 Así dijo rogando, y Febo Apolo lo oyó. Hecha la rogativa y esparcida la
mola, cogieron las víctimas por la cabeza, que tiraron hacia atrás, y las
degollaron y desollaron; en seguida cortaron los muslos, y, después de
pringarlos con gordura por uno y otro lado y de cubrirlos con trozos de carne,
el anciano los puso sobre la leña encendida y los roció de vino tinto. Cerca de
él, unos jóvenes tenían en las manos asadores de cinco puntas. Quemados los
muslos, probaron las entrañas, y, dividiendo lo restante en pedazos muy
pequeños, lo atravesaron con pinchos, lo asaron cuidadosamente y lo retiraron
del fuego. Terminada la faena y dispuesto el banquete, comieron, y nadie careció
de su respectiva porción. Cuando hubieron satisfecho el deseo de beber y de
comer, los mancebos coronaron de vino las crateras y lo distribuyeron a todos
los presentes después de haber ofrecido en copas las primicias. Y durante todo
el día los aqueos aplacaron al dios con el canto, entonando un hermoso peán a
Apolo, el que hiere de lejos, que los oía con el corazón complacido.
475 Cuando el sol se puso y sobrevino la noche, durmieron cerca de las amarras
de la nave. Mas, así que apareció la hija de la mañana, la Aurora de rosados
dedos, hiciéronse a la mar para volver al espacioso campamento aqueo, y Apolo,
el que hiere de lejos, les envió próspero viento. Izaron el mástil, descogieron
las velas, que hinchó el viento, y las purpúreas olas resonaban en torno de la
quilla mientras la nave corría siguiendo su rumbo. Una vez llegados al vasto
campamento de los aqueos, sacaron la negra nave a sierra firme y la pusieron en
alto sobre la arena, sosteniéndola con grandes maderos. Y luego se dispersaron
por las tiendas y los bajeles.
488 El hijo de Peleo y descendiente de Zeus, Aquiles, el de los pies ligeros,
seguía irritado en las veleras naves, y ni frecuentaba el ágora donde los
varones cobran fama, ni cooperaba a la guerra; sino que consumía su corazón,
permaneciendo en las naves, y echaba de menos la gritería y el combate.
493 Cuando, después de aquel día, apareció la duodécima aurora, los sempiternos
dioses volvieron al Olimpo con Zeus a la cabeza. Tetis no olvidó entonces el
encargo de su hijo: saliendo de entre las olas del mar, subió muy de mañana al
gran cielo y al Olimpo, y halló al largovidente Cronida sentado aparte de los
demás dioses en la más alta de las muchas cumbres del monte. Acomodóse ante él,
abrazó sus rodillas con la mano izquierda, tocóle la barba con la derecha y
dirigió esta súplica al soberano Zeus Cronión:
503 ¡Padre Zeus! Si alguna vez te fui útil entre los inmortales con palabras a
obras, cúmpleme este voto: Honra a mi hijo, el héroe de más breve vida, pues el
rey de hombres, Agamenón, lo ha ultrajado, arrebatándole la recompensa que
todavía retiene. Véngalo tú, próvido Zeus Olímpico, concediendo la victoria a
los troyanos hasta que los aqueos den satisfacción a mi hijo y lo colmen de
honores.
511 Así dijo. Zeus, que amontona las nubes, nada contestó guardando silencio un
buen rato. Pero Tetis, que seguía como cuando abrazó sus rodillas, le suplicó de
nuevo:
514 Prométemelo claramente, asintiendo, o niégamelo pues en ti no cabe el temor
para que sepa cuán despreciada soy entre todas las deidades.
517 Zeus, que amontona las nubes, díjole afligidísimo:
518 ¡Funestas acciones! Pues harás que me malquiste con Hera, cuando me zahiera
con injuriosas palabras. Sin motivo me riñe siempre ante los inmortales dioses,
porque dice que en las batallas favorezco a los troyanos. Pero ahora vete, no
sea que Hera advierta algo; yo me cuidaré de que esto se cumpla. Y si lo deseas,
te haré con la cabeza la señal de asentimiento para que tengas confianza. Éste
es el signo más seguro, irrevocable y veraz para los inmortales; y no deja de
efectuarse aquello a que asiento con la cabeza.
528 Dijo el Cronida, y bajó las negras cejas en señal de asentimiento; los
divinos cabellos se agitaron en la cabeza del soberano inmortal, y a su intlujo
estremecióse el dilatado Olimpo.
531 Después de deliberar así, se separaron: ella saltó al profundo mar desde el
resplandeciente Olimpo, y Zeus volvió a su palacio. Todos los dioses se
levantaron al ver a su padre, y ninguno aguardó que llegara, sino que todos
salieron a su encuentro. Sentóse Zeus en el trono; y Hera, que, por haberlo
visto, no ignoraba que Tetis, la de argénteos pies, hija del anciano del mar,
con él había departido, dirigió al momento injuriosas palabras a Zeus Cronida:
540 ¿Cuál de las deidades, oh doloso, ha conversado contigo? Siempre te es
grato, cuando estás lejos de mí, pensar y resolver algo secretamente, y jamás te
has dignado decirme una sola palabra de to que acuerdas.
544 Respondióle el padre de los hombres y de los dioses:
545 ¡Hera! No esperes conocer todas mis decisiones, pues te resultará difícil
aun siendo mi esposa. Lo que pueda decirse, ningún dios ni hombre lo sabrá antes
que tú; pero lo que quiera resolver sin contar con los dioses, no lo preguntes
ni procures averiguarlo.
551 Replicó en seguida Hera veneranda, la de ojos de novilla:
552 ¡Terribilísimo Cronida, qué palabras proferiste! No será mucho lo que te
haya preguntado o querido averiguar, puesto que muy tranquilo meditas cuanto te
place. Mas ahora mucho recela mi corazón que te haya seducido Tetis, la de
argénteos pies, hija del anciano del mar. A1 amanecer el día sentóse cerca de ti
y abrazó tus rodillas; y pienso que le habrás prometido, asintiendo, honrar a
Aquiles y causar gran matanza junto a las naves aqueas.
560 Y contestándole, Zeus, que amontona las nubes, le dijo:
561 ¡Ah, desdichada! Siempre sospechas y de ti no me oculto. Nada, empero,
podrás conseguir sino alejarte de mi corazón; lo cual todavía te será más duro.
Si es cierto lo que sospechas, así debe de serme grato. Pero siéntate en
silencio y obedece mis palabras. No sea que no te valgan cuantos dioses hay en
el Olimpo, acercándose a ti, cuando te ponga encima mis invictas manos.
569 Así dijo. Temió Hera veneranda, la de ojos de novilla, y, refrenando el
coraje, sentóse en silencio. Indignáronse en el palacio de Zeus los dioses
celestiales. Y Hefesto, el ilustre artífice, comenzó a arengarlos para consolar
a su madre Hera, la de los níveos brazos:
573 Funesto a insoportable será lo que ocurra, si vosotros disputáis así por los
mortales y promovéis alborotos entre los dioses; ni siquiera en el banquete se
hallará placer alguno, porque prevalece lo peor. Yo aconsejo a mi madre, aunque
ya ella tiene juicio, que obsequie al padre querido, a Zeus, para que no vuelva
a reñirla y a turbarnos el festín. Pues, si el Olímpico fulminador quiere
echarnos del asiento... nos aventaja mucho en poder. Pero halágalo con palabras
cariñosas y en seguida el Olímpico nos será propicio.
584 De este modo habló y, tomando una copa de doble asa, ofrecióla a su madre,
diciendo:
586 Sufre, madre mía, y sopórtalo todo, aunque estés afligida; que a ti, tan
querida, no lo vean mis ojos apaleada sin que pueda socorrerte, porque es
difícil contrarrestar al Olímpico. Ya otra vez que quise defenderte me asió por
el pie y me arrojó de los divinos umbrales. Todo el día fui rodando y a la
puesta del sol caí en Lemnos. Un poco de vida me quedaba y los sinties me
recogieron tan pronto como hube caído.
595 Así dijo. Sonrióse Hera, la diosa de los níveos brazos; y, sonriente aún,
tomó la copa que su hijo le presentaba. Hefesto se puso a escanciar dulce néctar
para las otras deidades, sacándolo de la cratera; y una risa inextinguible se
alzó entre los bienaventurados dioses viendo con qué afán los servía en el
palacio.
601 Todo el día, hasta la puesta del sol, celebraron el festín; y nadie careció
de su respectiva porción, ni faltó la hermosa cítara que tañía Apolo, ni las
Musas que con linda voz cantaban alternando.
605 Mas, cuando la fúlgida luz del sol llegó al ocaso, los dioses fueron a
recogerse a sus respectivos palacios, que había construido Hefesto, el ilustre
cojo de ambos pies, con sabia inteligencia. Zeus olímpico, fulminador, se
encaminó al lecho donde acostumbraba dormir cuando el dulce sueño le vencía.
Subió y acostóse; y a su lado descansó Hera, la de áureo trono.
19/6 complementos de la arquitectura griega en el mundo ( occidental )
1 Museo británico
19/6/2012
TRABAJOS DIGITALES SOBRE LAS 21 MARAVILLAS: PRESENTACIÓN MULTIMEDIA ( VIDEO, POWER POINT Ó DIAPOSITIVAS EN PREZI ( www.prezi.com )
CONSIGNA:
A partir de los 3 grupos de maravillas:
1 "del mundo antiguo": 1 La pirámide de Keops
2 Los jaradines colgantes de Babilonia
3 Templo de Artemisa
4 Estatua de Zeus en Olimpia
5 Mausoleo de Halicarnaso
6 Coloso de Rodas
7 El faro de Alejandría
2 LAS NUEVAS MARAVILLAS
1 Chitzen Itzá ( gran pirámide )
2 Coliseo en Roma
3 Estatua del Cristo redentor en Brasil ( Río de Janeiro )
4 La Gran muralla china
5 Las ruinas de Machu Pichu en Perú
6 Petra en Jordania
7 Taj Majal en India
3 Las 7 maravillas naturales del mundo
1 La montaña de Mesa ( Sudáfrica )
2 Cataratas del Iguazú
3 Amazonia
4 Bahía de Ha - Long Vietnanm
5 Isla Jeju Corea del Sur
6 Parque Nacional Komodo Indonesia
7 Río subterráneo de PUERTO PRINCESA ( FILIPINAS )
realizar 3 juegos de diapositivas / video, etc.
Para ello es necesario dividir al curso en 3 grupos, para que cada alumno realice al menos una diapositiva ( o parte de un video ) exponiendo al menos una maravilla de las 21 totales), y juntando la labor de cada uno se la unirá en el orden dado debiendo agregar cada grupo una diapositiva de introducción ( título, integrantes, fecha y curso), otra donde se indique el criterio de selección de esas obras y una tercera donde en un mapa se ubiquen las mismas. Cada grupo deberá realizar por lo menos 10 diapositivas según lo expuesto.
ROMA
TRABAJOS PRACTICOS ( a partir del 09/2011)
ROMA
IDENTIFICAR LOS "4" PERÍODOS EN UN EJE TEMPORAL
ARQUITECTURA: CIRCOS, TERMAS,
ARCOS DE TRIUNFO, CÚPULAS, ACUEDUCTOS Y CLOACAS. ´VIAS
¿ CUALES FUERON LOS PUEBLOS CONQUISTADOS Y CÓMO FUE LA RELACIÓN CON ELLOS?¿ CÓMO IMPUSIERON " LA CULTURA ROMANA"
LITERATAURA
SATIRICON ( PETRONIO ), considerada la primera novela. Se copiarán las 5 primeras páginas
TRABAJO SOBRE LA HISTORIA DEL PUEBLO JUDÍO
Cuestionario:
1. ¿Cuándo consideran ellos el origen de sus tiempos? (año 1).
2. ¿Cómo establecen su calendario? ¿Cuándo se celebra este año su año nuevo y en qué año están?
3. Según su creencia, ¿cuándo descansa Dios después de haber creado al hombre?
4. ¿Quienes son la primera mujer, el primer hombre y en que consistió el pecado original?
5. ¿Quién fue Noé?
6. ¿Qué ocurre en Sodoma y Gomorra? ¿Quiénes fueron Lot y Abraham?
7. ¿Admitían los judíos a esclavos? ¿Podían ser cualesquiera?
8. ¿Quiénes son los hijos de Abraham y qué relación tienen con los judíos y árabes?
9.¿En qué consiste el pacto de Dios con Abraham? (cifrar origen del dato)
10. ¿Qué es ser semita?
11. Establecer la época de los patriarcas, jueces y reyes mencionando a uno importante (en el caso de los reyes dos)
12.¿Cómo llega Moisés a la tierra prometida? (en qué condiciones) ¿Tiene alguna relación con Paris? (mitología griega)
13. ¿Qué son el arca de la alianza, el candelabro de los 7 brazos y la Estrella de David?
14.Diferencias entre la religión hebrea y las otras.
15.¿Fueron los judíos un pueblo expansivo, imperialista?
16.¿Desarrollaron las artes? Explicar. ¿Qué fue el Templo de Jerusalén? ¿Esta ciudad está dividida?
17.Cuando nace Cristo los judíos estaban bajo el poder de los romanos, ¿los aculturan?
18.¿Tenían una posición homogénea hacia los romanos?
19.¿Qué fue la toma de Masada? ¿Qué es la diáspora Judía?
20.¿Creen los judíos en Cristo? ¿Por qué?
21.¿Cómo se da la relación entre judíos y cristianos en sus orígenes?
22.¿Cuándo el cristianismo es declarado religión aceptada y luego oficial? ¿Cómo se comportan con los judíos?
23.¿Qué cosas no podían realizar durante la Edad Media?
24.Mencionar 3 expulsiones judías en Europa además del Holocausto.
25.Muchos judíos se convirtieron al cristianismo falsamente para evitar ser muertos. ¿Cómo los llamaban?
26.¿Quiénes fueron Herlz y Carl Marx?
27.¿Cómo se crea el Estado de Israel?
CRONOLOGÍA DEL PUEBLO HEBREO
3761 ac. Origen del mundo: Adán y Eva
Génesis
¿¿¿¿ Noé: los 40 días del diluvio
1750 ac. Abraham ( Ibrahim ) + Agar: Ismael:
Patriarcas
CIRCUNSICIÓN
Bitmap Bitmap
Bitmap
Esaú
Sara: Isaac
Bitmap
Jacob ( Israel )
12 hijos
ARTE DEL VIDRIO
JOSÉ huye a Egipto
1200 ac MOISÉS: Libera al pueblo de israel
Éxodo
Cruza el Mar Rojo
PASCUA JUDÍA
Trae del monte Sinaí los 10 mandamientos
Llega a la Tierra Prometida. ARCA DE LA ALIANZA
Jueces
Sansón: guerra contra los filisteos
1028 ac Saúl
Reyes
1006 ac DAVID: estrella judía
973 ac SALOMÓN ( hijo de David ) TEMPLO DE JERUSALÉM
MÁXIMO ESPLENDOR TERRITORIAL Y CULTURAL HEBREO
933 ac muere SALOMÓN: división en dos: JUDÁ e ISRAEL
Continuas guerras
internas y externas
corrupción é idolatría
722 ac Destrucción del reino de Israel por los asirios
583 ac Nabuconodosor destruye Judá y su capital Jerusalem: cautividad en
Babilonia
539 ac Ciro (el persa) conquista Babilonia: libertad a los judíos: regreso
a JERUSALEM: reconstrucción
333 ac Alejandro no interfiere con los judíos. Éxodos voluntarios a Alejandría
175 ac ANTÍOCO ( rey de Siria ) impone la cultura griega
160 ac Judas Macabeo con su guerra de guerrillas termina con la aculturación.
63 ac pasa de una dependencia siria a romana
70 dc destrucción del TEMPLO DE JERUSALEM
132 DC con ADRIANO los judíos entran a ser ilegales dentro del imperio
romano: diáspora, persecusión: se reubicaron dentro del imperio.
313 CONSTANTINO acepta a la religión cristiana: persecusión de parte de éstos
622: comienzo del islamismo:los judíos tienen limitaciones pero no persecusiones
1099: cruzadas: asesinatos de judíos
1215: Concilio de Letrán: judíos en ghetos
1242 quema del Talmud ( libro que niega el mesianismo de Cristo )
1290 Espulsión de Inglaterra
1394 expulsión de Francia. Asesinatos de judíos acusados de causales de la
peste negra
1492 expulsión de España
1497 expulsión de Portugal
CUESTIONARIO SOBRE EL ISLAM
¿ Qué significa ISLAM ?
¿Cuál es el país que tiene mayor cantidad de musulmanes y donde queda?
¿Cómo se llaman las “internas” del Islam y qué porcentaje lleva cada una?
¿ Qué conceptos comparten con los judíos y cristianos?
¿ Cómo se refiere el Islam a los cristianos y judíos ?
¿ Cómo consideran a Jesús en el Corán ?
¿ Quiém es Abraham y que es la Kaaba ?
¿ Quién fue Mahoma, cuándo murió y mencionar elementos comunes con Jesús?
¿ Cómo recibe la revelación ?
Mencionar los 5 preceptos del Islam
Mencionar la diferencia entre el sacat y el diezmo ( 27 minutos)
¿ Cuál es el centro cultural mas importante a los 100 años de la muerte de Mahoma? ¿ y cúales sus avances? ( 31 minutos )
¿ Porque se iniciaron las cruzadas y cuando? ( 37 minutos )
¿ Cómo fue la toma de Jerusalém?
¿Quién fue el pueblo que mas amenazó a los musulmanes? ( 38 minutos )
¿cómo se expande el ISLAM a partir del siglo XIII ?
¿Cuándo entran en España y cómo se desenvolvió en relación a otras religiones ?
¿ Qué obras arquitectónicas y avances científicos se dieron ? ( 46 minutos )
¿ Que ocurre en el s XIII ? ¿ Cuándo son expulsados ?
¿Llega a la India el Islam ? ¿ Que es el Taj Majal ? ( 49 )
¿Qué ocurre en 1453? ¿Qué significa ESTAMBUL ? ( 50 )
La posibilidad de un harem distancia a los musulmanes de los judíos y cristianos. ¿La poligamia está permitida en el Corán ?
¿Cuál fue el límite de la incursión islámica en Europa en el siglo XVII? ( 2 )
Gracias a la revolución industrial, quién fue el militar que redujo a los OTOMANOS?
¿ Que países europeos se adueñaron del norte de África y de buena parte del medio oriente?
¿cómo termina el reino otomano después de la 1era guerra mundial ? ( 6 )
¿ Como reacciona el mundo musulmán ante la invasión europea? ( 7 )
¿ De dónde salen los fondos para financiar al extremismo? (11)
¿ que es la jihad, es esencialmente extremista? ¿Qué dice el Corán ? (13 )
Los negros traídos como esclavos fueros “aculturados” de su religión islámica?
¿ quien fue Malcom X? ¿ Cómo fundamenta su posición contra los blancos? (18 )
Con la creación del Estado de Israel comienzan algunos conflictos territoriales. Quiénes son los primeros en oponerse, que fue la guerra de los 6 días? (21 )
¿Qué ocurrió en Irán y en Egipto ? (24 )
¿ Cómo es visto Sadam Huseim entre los musulmanes? (25)